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En cualquier enlace, bien sea uno real o no, uno de los mayores temores de los novios es que el tiempo no acompañe en su gran día. En el caso de la princesa Eugenia y Jack Brooksbank, la siempre inoportuna lluvia inglesa les ha dado un respiro, pero no han podido librarse del viento que ha traído consigo la tormenta Callum que desembarcó en Inglaterra este jueves acompañada por fuertes ráfagas de aire que han alcanzado los cien kilómetros por hora en algunas regiones.
La llegada de los invitados a la capilla de San Jorge ha sido un espectáculo digno de admirar, y no solo por los atuendos cuestionables que algunos ‘royals’ y aristócratas eligen para este tipo de ocasiones. La gran mayoría ha tenido que sujetar sus sombreros o tocados como si les fuera la vida en ello, y en algunos casos no ha sido suficiente. Robbie Williams y Ayda Field, cuya hija Teddy ha formado parte del cortejo nupcial que acompañó a la novia junto a los príncipes Jorge y Carlota, llegaron a los terrenos del castillo de Windsor acompañados por la suegra del cantante, que pasó un gran apuro cuando una racha de viento le arrancó el sombrero de la cabeza y lo hizo volar varios metros.
Hasta los niños y niñas elegidos para ejercer de pajes y damitas de las flores han tenido problemas para subir la escalinata oeste y tanto la princesa Carlota como Louis de Givenchy acabaron tropezando y cayéndose al ser incapaces de mantener el equilibrio.