¡Por fin estuvieron juntos! La exnadadora Charlene, volvió a ver a su esposo y sus hijos en dos ocasiones, el 23 de diciembre y el 2 de enero.
Por Diana Laura Sánchez
La princesa Charlene de Mónaco recibió la visita de su esposo, el príncipe Alberto y sus hijos, Gabriella y Jacques. Tal y como se había dicho en un comunicado que emitió el Palacio monegasco, se llevó a cabo el esperado reencuentro de Charlene con su familia, después de un tiempo en el que ha estado lejos de ellos mientras se recupera física y mentalmente en una clínica en Suiza tras los problemas de salud a los que se ha enfrentado.
Hace unos meses, Charlene se retiró de la vida pública e ingresó por voluntad propia al lujoso centro de adicciones y salud mental, llamado Palacelsus Recovery de Zúrich, un lugar que cuenta con terapeutas y especialistas que ofrecen tratamientos para adicciones, depresión y cuadros de ansiedad, así como trastornos alimenticios y mentales.
Se desconoce cuál es el tratamiento que está recibiendo, solamente se sabe que está siendo atendida tras haber permanecido durante medio año en Sudáfrica, su país natal, donde sufrió una grave infección de garganta, nariz y oídos, por la que fue intervenida quirúrgicamente en varias ocasiones.
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Al inicio de la terapia, no se le permitía recibir visitas ya que el objetivo era recuperar fuerzas, afortunadamente la recuperación de la princesa es favorable, según informó el Palacio, “Se está recuperando de manera satisfactoria y reconfortante…”, por lo que sus médicos autorizaron la visita de su familia, al representar un encuentro positivo para su salud.
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¡Pasaron Navidad juntos!
El 23 de diciembre, los hijos de Charlene y Alberto disfrutaron de cada instante junto a la princesa, le llevaron fotos, comieron, rezaron y cantaron durante las cuatro horas que se les permitió permanecer junto a ella.
Días después, el 2 de enero, el príncipe Alberto y sus hijos nuevamente sorprendieron a la exnadadora con una visita sorpresa.
Así fue como los pequeños, Jacques y Gabriella, por fin pudieron disfrutar de la presencia de su madre y decirle lo mucho que la han extrañado, como lo demostraron mediante carteles desde el balcón del Palacio en el festejo del Día Nacional de Mónaco.
