Foto: Samir Hussein/WireImage
La reina no trabaja de 8 a 6. Tampoco tiene un checador o pasa su dedo por un lector biométrico. Tampoco recibe un cheque de pago tradicional. No obstante, en su labor de ser reina, se le compensa por sus funciones gubernamentales —y de adorno, dirán otros—, así como sucede con los demás integrantes de la Familia Real.
¿De dónde vienen sus ingresos? Estos provienen del fondo que tiene el país y el pueblo, sus inversiones personales y los negocios que cada uno ha decidido emprender.
Tanto la fortuna de la reina Isabel II como la de otros miembros siempre ha sido un gran misterio para los británicos (y el resto del mundo). De acuerdo con The Sunday Times la reina ocupa el puesto 372 de los más ricos en su país.
Sin embargo, ahora se sabe que la monarca presionó al Gobierno británico en los años setenta para cambiar un proyecto de ley y así poder ocultar su riqueza. Este dato es resultado de una amplia investigación orquestada por The Guardian.
Entonces, lo que estás a punto de ver no es una cifra por completo verdadera o que podamos decir verificada y transparente. Estas son sumas oficiales, que bien podrían ser un engaño.
Aunque se dice que su fortuna personal asciende a 500 millones, la verdad es que es incalculable, ya que posee también un gran número de joyas y obras de arte altamente valuadas.
El príncipe de Gales: 28,5 millones de dólares anuales.
La duquesa de Cambridge cuenta con una fortuna personal alrededor de los 5 millones, provenientes de la empresa de sus padres, Party Pieces.
Hasta antes de abandonar la Familia Real, ellos recibían 3 millones al año. Ahora sus ingresos son desconocidos, pero se sabe que Harry cuenta con la herencia de su madre, de su bisabuela y que Meghan cuenta con sus propios fondos.