Paulina Díaz Ordaz habla sobre su separación con el político Jesús Sesma Suárez

¿CÓMO ERA TU VIDA EN FAMILIA?

Éramos muéganos, a todos lados íbamos juntos, muy rara vez viajamos Chucho y yo por separado, a lo mejor, un fin de semana al año para festejar nuestro aniversario. Como familia teníamos una vida muy activa. Chucho trabaja mucho entre semana, por lo que sábados y domingos quería disfrutar al máximo a los niños.

¿CÓMO LLEVAS A CABO TU ROL DE MAMÁ EN UN DÍA NORMAL?

Lo común es que realice mis juntas de trabajo y cosas personales durante la mañana. Ya a las tres de la tarde llegan los niños del colegio y aprovecho para estar con ellos, acompañarlos en sus actividades de la tarde o realizar algún plan con ellos.

Paulina vive esta nueva etapa llena de fortaleza y convencida de haber tomado la mejor decisión en el momento indicado.

¿HAY ALGUNO DE TUS HIJOS QUE DEMANDE MÁS DE TI?

Para nada, cada uno tiene su espacio y desde ahí nos disfrutamos, convivimos, comunicamos y divertimos. Las afinidades son distintas con cada uno, ellos son muy diferentes, entonces, si quiero mirar una película lo hago con Pau ‒a ella le gusta mucho ver la tele, series, pelis, etcétera‒, si tengo ganas de ir de shopping, mi aliada es Pame y cuando quiero hacer algo más atrevido, como ir a los go karts, Santi es el compañero ideal.

¿EN QUÉ MOMENTO SUPISTE QUE LA RELACIÓN DE PAREJA CON CHUCHO HABÍA LLEGADO A SU FIN?

Un día me di cuenta de que Chucho y yo no teníamos nada en común, que estaba a la mitad de mi vida y tenía muchos cuestionamientos: qué quería yo, vivir normal y flat mi existencia, probablemente sacrificando de más o dedicarme a ser yo misma y a hacer las cosas que me gustan. Llegué a una edad en la que hice conciencia de lo que es la felicidad. Estoy convencida de que, ‘si mamá está feliz, todos vamos a estar felices’.

¿CÓMO SE DA LA SEPARACIÓN DE PAREJA?

Chucho y yo lo platicamos y entre los dos decidimos que era mejor ahora que todo está bien, que podemos mantener nuestra amistad y quisimos evitar continuar la relación para no arriesgarnos a tener un pleito enorme en el que los más afectados serían los niños.

¿CÓMO SE LO COMUNICARON A PAU, PAME Y SANTI?

Los dos juntos les dijimos la verdad, ‘aquí no se rompe la familia, se termina la relación de pareja y eso no tiene nada que ver con ustedes’. A la larga ellos entenderán que fue el mejor momento, ellos nunca vivieron en una casa con gritos ni hostilidad, Chucho y yo nos relacionamos desde una amistad, es el papá de mis hijos. Siempre seremos una familia y nos veremos toda la vida.

“Los seres humanos cambiamos, yo soy diferente a la persona que era cuando me casé y Chucho también. Hemos cambiado de gustos, aficiones y de muchas otras cosas. Simplemente se perdieron las afinidades”.

¿CREES TÚ QUE EL AMOR SE ACABA?

No. Yo considero que se transforma. Los seres humanos cambiamos, yo soy diferente a la persona que era cuando me casé y Chucho también. Hemos cambiado de gustos, aficiones y de muchas otras cosas. Simplemente se perdieron las afinidades.

¿CUÁL FUE LA GOTA QUE DERRAMÓ EL VASO?

No hubo tal. Fue, más bien, un momento en mi vida en el que me di cuenta de que ya no había vuelta atrás para ser plenamente feliz.

¿CUÁL ES TU MAYOR ILUSIÓN AHORA?

Antes que nada, la prioridad más importante después de mí son mis hijos. Quiero verlos realizar sus sueños, crecer emocionalmente, fuertes y sanos. Aprendí que nunca más voy a volverme a abandonar en ningún aspecto.

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