Por Gabriella Morales-Casas
Patricio O’Ward, a sus 22 años, el piloto regio está que arde, corre en el serial IndyCar, el más famoso de Estados Unidos, donde tiene lugar la mítica carrera de las 500 millas de Indianápolis, y en ella es el mejor mexicano calificado en la historia. Esta temporada ya lleva dos podios… y lo que le falta.
Si la Fórmula 1 es el máximo circuito del automovilismo mundial y tenemos al gran Checo Pérez, también debemos decir que quien viene pisando fuerte en el deporte motor con monoplazas es Pato O’Ward, un joven que podría ser el recambio de Checo en los próximos años o alcanzarlo en las parrillas a los mejores GP del mundo… Por lo pronto, a los 22 años, Pato, nacido en Monterrey y avecindado en Charlotte, Estados Unidos, es una de las estrellas del serial más prestigiado de EUA, la Indy Car, en la que otro conacional, Adrián Fernández, se hizo famoso en los años 90.
Es un hecho que los tiempos han cambiado y las carreras son cada vez más competitivas. Hoy, Pato O’Ward, con todo y apellido irlandés, es el piloto mexicano de la IndyCar y un orgullo del automovilismo de nuestro país a su corta edad.
PATO, ¿ERES MEXICANO AL CIENTO POR CIENTO?
¡Claro! Soy de Monterrey, viví ahí los primeros años (hasta los 11) y luego me fui mucho tiempo a San Antonio que está muy cerca. Yo empecé a correr go-karts en Monterrey. Somos una familia regia y yo estoy muy orgulloso de serlo. Ahora radico en Indianápolis, pero siempre regreso para ver a mis parientes y a mi gente. Me encanta ir y soy ciento por ciento mexicano aunque el apellido de mi papá sea O’Ward.
¿QUÉ TIENE DE ESPECIAL LA INDY SERIES?
Todo. Siento que es la carrera más difícil del mundo, porque es muy demandante, sucede casi todo el año, cada fin de semana por casi todo Estados Unidos; luego, el auto; el que usamos para Indy es un un monoplaza con motor V6 2.2-litros, doble turbo con inyección directa, que puede alcanzar hasta las 12,000 RPM, con un caballaje estimado entre 500 y 700 hp, ¡eso es muchísimo!, tiene un volante muy duro y en curvas controlarlo es todo un reto; aparte, nuestros frenos son de carbón y eso hace que los “golpes” dentro del auto en las frenadas sean más rudas en cuanto a fuerzas G… En resumen: es un serial muy, pero muy físico.
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