Foto Einar González
NATALIA BRAVO
N.B: Yo trabajaba en Movistar en la parte de mercadotecnia, ya empezaba la venta en línea, es decir, el e-commerce ya tenía reacciones aquí en México. Una amiga de la Universidad me habló con la idea de emprender, decidimos abrir una tienda de ropa, y se me ocurrió la idea de abrirla online. Abrimos nuestro e-commerce, un reto muy fuerte ya que tuvimos que salirnos de nuestros trabajos actuales y viajar a Estados Unidos para comprar más de dos mil vestidos y comenzar el emprendimiento. Conforme pasó el tiempo nos dimos cuenta de que, en ese entonces, ya hace 8 años, el mercado mexicano no estaba listo para comprar en línea, y menos vestidos. Decidimos hacer un showroom para presentar la marca de forma presencial y es ahí donde nace Mulier.
N.B: Aunque todos los emprendedores digan que eres libre con tus horarios y tienes más tiempo para ti, la verdad es que no, tener tu propio negocio es complicado y cada día se presenta una nueva complicación. Uno de los motivos por las cuales quise emprender, fue mi papá, ya que el es emprendedor y ha sido una guía muy fuerte para mí. Desde chica soy súper arriesgada, el decir “voy con todo” lo hago por mí y para mí.
N.B: Realmente todo ha sido de boca en boca y después de la pandemia logramos impulsarnos más en el mundo de los medios y las redes sociales. Yo siempre me estoy capacitando con cursos en diseño textil y tendencias de imagen, me encargo de estar siempre presente en la tienda para dar una atención personalizada a la gente que venga a Mulier. Creo que el que la gente vea eso y vea el estilo de nuestros vestidos, da mucho de que hablar de una forma positiva.
N.B: Cuando las personas me escriben para agradecerme, cuando me mandan fotos felices con algún vestido, o cuando me dan una retroalimentación que me ayuda para mejorar. Me encanta también trabajar con las chicas que me ayudan aquí, formamos un equipo increíble.
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N.B: La separación con mi socia y crecer el negocio. Llegamos a tener más de cinco tiendas, me di cuenta de que el expandirse, no siempre es realmente crecimiento, este se consigue de otra forma y en mi caso fue brindar exclusividad y atención muy personalizada. Obviamente la pandemia también fue de los retos más grandes, tuvimos que cerrar todas nuestras tiendas y adentrarnos de nuevo al e-commerce.
N.B: Un buen vestido, felicidad y diferentes diseños que cuidan el medio ambiente. Cada cuerpo es diferente y algunas veces es difícil encontrar el patronaje perfecto, he podido contar con la ayuda personalizada de mi mamá, junto con su equipo de costureras me ayudan a ayudar a las mujeres que quieren arreglar el vestido que les gusta quede perfecto a su medida.
N.B: No se fijen tanto en la competencia, siempre crean en sus selecciones y en sus proyectos, vean hacia adelante y confíen en ustedes.
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Las CARAS del emprendimiento: Natalia Bravo