Por Cecilia Morales Andere
Al exbalonmanista Iñaki Urdangarín se le imputaron delitos de tráfico de influencias, fiscales, malversación y prevaricación.
En esta nueva etapa -tercer grado de su condena- el ex duque de Palma podrá estar más cerca de su familia, como así lo deseó.
Sin embargo el precio que pagará será volver a dormir –de lunes a jueves en la cárcel de Álava- en una celda de 13 metros cuadrados con instalaciones exactamente iguales a las que ocupan los presos de segundo grado –medidas de control y vigilancia- para poder disfrutar de los fines de semana totalmente libre.
Dentro de las obligaciones por cumplir, tendrá que recorrer de lado a lado el recinto carcelario y se le solicita la asistencia a un programa especial para presos condenados por delitos económicos con una duración de 10 meses, que tendrá que compaginar con su nuevo compromiso profesional en el bufete de abogados Imaz & Asociados de Vitoria en la capital vasca.
La familia disfrutará los fines de semana en una estancia que se fijó, propiedad de su madre –Clarie Liebaert-, que se ubica en Ciudad Jardín en la que dispone de todas las comodidades y amplios jardines.