Foto Einar González
Tres generaciones de labor altruista
La doctora Amparo Espinosa creció en una casa en donde el arte y los temas sociales eran cosa de todos los días. Lo antes mencionado, gracias a los valores inculcados por su padre, Don Manuel Espinosa Yglesias, reconocido empresario, banquero y promotor del arte y los temas sociales.
“Mi papá siguió los pasos de mi abuelo, un médico que se sumaba y trabajaba por muchas causas, y al final, yo hice lo mismo. Quizá no lo había pensado, pero siempre ha estado en todos el hacer algo por los demás. Y ahora más que nunca, pues cuando muere mi papá, deja parte de su fortuna a la filantropía, teniendo como sede su casa. De esta manera y sin darle un segundo pensamiento, puedo decir que crecimos con ello”.
A la fecha, y aunado a los muchas licenciaturas, maestrías y doctorados con los que cuenta, la doctora Amparo preside la Fundación ESRU, legado de su padre, al tiempo que trabaja en el Centro de Estudios Espinosa Yglesias y el Centro de Documentación y Estudios de Mujeres (DEMAC), el cual promueve el desarrollo integral de las mujeres. A su vez, impulsa el diálogo y los estudios por el Derecho a Morir con Dignidad.
Amparín Serrano, hija de la doctora Amparo, ha seguido los pasos de su madre y de sus familiares, aunque a su manera y con sello propio. “Tengo a la mejor mamá del mundo, la que me aceptó y me dejó ser libre. En mi casa había solo dos reglas: votar y graduarme. Cumplí con ambas, aunque la segunda me costó muchísimo trabajo. Recuerdo que cuando conseguí mi título de diseño gráfico se lo entregué y después de eso, me fui a ser libre y a ser feliz”, cuenta emocionada.
Actualmente gracias a los dibujos animados y diseños que ha creado, y a Distroller, la cual hoy día es una marca de juguetes y accesorios líder en su ámbito, Amparín Serrano es referente del arte y de la diversión en toda su expresión. Aún así, confiesa no estar satisfecha y tener en mente muchas metas. “Me falta todo por hacer. Quiero volver a lanzar mi obra de teatro (Distroller el Miusikul), hacer una película, inventar más personajes, volverme monja, ir al espacio, tirarme del paracaídas… Hoy empiezo a vivir, me falta mucho y quiero intentarlo todo”.
Minnie West, quien es reconocida actriz y productora, a su vez es hija de Amparín Serrano y nieta de Amparo Espinosa, y es bajo este linaje de mujeres trascendentes, como expresa su orgullo por la familia altruista.“Formo parte de una familia en la que cada uno logró sus sueños e hizo cosas increíbles. Y más que sentir cierta presión, pues nunca nos obligaron a hacer algo o a ser alguien, sí fui formada para seguir mis sueños y hacerlo bien”.
De esta manera y siguiendo los pasos de su madre, Minnie siguió el camino artístico, comenta: “Cuando me preguntan: ‘si no fueras actriz, ¿qué te hubiera gustado ser?`, se me dificulta muchísimo, pues no me veo haciendo otra cosa. Yo siempre lo supe. Recuerdo que cuando era chica y mi mamá me llevaba al teatro, yo salía triste por no estar ahí. Era tal la pasión que yo tenía, que desde entonces sabía que me quería dedicar a ello. Nunca se me ocurrió hacer otra cosa”.
No obstante, también trabaja en proyectos sociales y principalmente, a favor de los animales. De esta manera y siguiendo los pasos de las generaciones previas a ella, busca aportar más allá del lado artístico que cada día explota más en su labor altruista.
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