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El sábado 07 de noviembre se confirmó que Kamala Harris sería la primera vicepresidenta en los Estados Unidos y con ello hizo historia.
La exfiscal e hija de inmigrantes ofreció su primer discurso ese mismo día junto a Joe Biden desde Wilmington, Delaware, donde lució un traje sastre color blanco que no pasó desapercibido, ya que hay un mensaje detrás de él.
Nada quedó al azar al elegir su outfit, pues la californiana sabía que este día quedaría para la historia y por ello quiso rendir un homenaje a las generaciones de mujeres que “allanaron el camino” para su elección.
Además, Kamala homenajeó a Shyamala Gopalan Harris, su madre, quien murió en 2009 y le dejó de tarea ser la primera en muchas cosas, pero asegurarse de no ser la última en hacerlo.
“Ella no podía haber imaginado este momento, pero creía profundamente en un Estados Unidos donde un momento como este sería posible. Seré la primera mujer en mi cargo, pero no la última”, expresó ante la multitud que se reunió en Delaware para ser parte de la celebración.
“Pienso en ella, en las generaciones de mujeres, negras, asiáticas, blancas, latinas, nativas americanas, que allanaron el camino”, dijo muy emocionada en su discurso. Y elogió a quienes “se han sacrificado tanto por la igualdad, la libertad y la justicia para todos, incluidas las mujeres negras, a quienes se desprecia con demasiada frecuencia pero que a menudo demuestran que son la columna vertebral de (la) democracia”.
Lejos de los trajes serios y clásicos que pudo haber elegido para esta noche, Kamala Harris apostó por el blanco, ¿la razón? Es el color símbolo de la lucha por los derechos de la mujer desde que en 1913.
Este color se ha asociado por años con el movimiento por el sufragio femenino y su larga lucha por el derecho al voto de la mujer.
De hecho, Emmeline Pethick-Lawrence (1867-1954), una las líderes sufragistas más importantes explicó la razón y significado de los colores feministas: “El morado, el color de los soberanos, simboliza la sangre real que corre por las venas de cada sufragista, simboliza su conciencia de libertad y dignidad. El blanco simboliza la honradez en las vidas privada y política. Y el verde, la esperanza por un nuevo comienzo”.
En su discurso, la exfiscal se tomó el tiempo para recordar la larga lucha por la que han pasado las mujeres para conseguir muchas cosas, entre ellas el poder votar: “Hace cien años con la 19 Enmienda, hace 55 con la ley del sufragio, y ahora, en 2020, con una nueva generación de mujeres que pusieron su boleta en las urnas y prosiguieron la lucha por el derecho fundamental a votar y a ser escuchadas”.
Harris se vistió de blanco como un gesto de solidaridad con la larga lista de mujeres que han vestido este color:
Shirley Chisholm: En 1968 se vistió de blanco cuando se convirtió en la primera mujer afroamericana electa al Congreso.
Geraldine Ferraro: En 1984 se vistió de blanco para acompañar a su compañero de fórmula, Walter Mondale, en su campaña presidencial, mientras que ella fue la primera mujer en la historia de Estados Unidos en ser candidata a la vicepresidencia.
Hillary Clinton: En 2016, lució un traje de pantalón blanco para aceptar la nominación presidencial demócrata.
Gloria Steinem y Betty Friedan: En 1978 marcharon en Washington vestidas de blanco para apoyar la Enmienda por la Igualdad de Derechos.
Kamala Harris también quiso enviar otro mensaje con su look: es un diseño de una mujer, inmigrante y latina.
Su traje sastre es creación de Carolina Herrera, la firma de la diseñadora venezolana que además es una inmigrante más en Estados Unidos. La marca pertenece a Puig, ubicada en España y que además dirige desde 2018 Wes Gordon, el director creativo de 33 años que además es gay.