El impacto que produce Sergio “Checo” Pérez, en los millones de personas que siguen
su carrera con gran atención, se debe en gran parte a su disciplina, su talento y el dominio absoluto de un auto de Fórmula 1. Los récords, trofeos y baños de champaña no cuentan toda la historia. Checo Pérez es más que un atleta talentoso, es una clara representación de los valores que los mexicanos tenemos en más alta estima: perseverancia, compañerismo, alegría y trabajo duro.
Hoy, además de ser uno de los pilotos más experimentados y queridos de la parrilla de F1, Checo Pérez es un amoroso padre de familia y un hombre que lleva a su patria en el corazón a donde quiera que va. Este extraordinario embajador de México en el mundo está viviendo su mejor momento y habló en exclusiva con CARAS al respecto.
Es increíble correr en casa, siempre es el sentimiento más especial de todos. Ver la entrega de los aficionados me hace sentir muy afortunado. Es una fiesta de la que todos formamos parte y me siento muy afortunado de poder vivirla. No puedo ni describir la emoción que fue estar frente a miles de mexicanos y darles esa gran alegría, el año pasado con el podio. Espero este año superarla y que también el Himno pueda escucharse en el podio.
Muy bien, muy contento, siento que estoy en el mejor momento de mi carrera, pero también personalmente, tengo una familia increíble, tengo todo su apoyo y creo que no podría pedir más. Estoy muy agradecido con la vida, con Dios. Desde luego que no ha sido fácil llegar a este punto, pero cada sacrificio ha valido la pena y no creo que haya mucho que cambiaría.
A veces todavía me cuesta asimilar lo que es esto. Es, sin duda, una de las mejores experiencias que he tenido como deportista.
Todo, México en sí es especial. Es mezclar lo mejor que tenemos: su gente, su comida, sus colores, su entrega en un mismo sitio, es un evento sin igual. Lo que más orgullo me da es poderle mostrar al mundo que aquí también sabemos hacer bien las cosas.
Tener más tiempo en el equipo ayuda, empiezas a entender mejor la filosofía del equipo y el comunicarte con tus ingenieros es cada vez más sencillo. Tenemos mucho en común, queremos ganar, ser los mejores, así que trabajar así te permite entregar mejores resultados.
Han sido varios momentos, pero en F1 siempre estás expuesto a vivir altibajos, lo importante es no rendirse. No es un cliché, en verdad el ser positivo y darlo todo en la pista y fuera de ella ha rendido frutos. Todo lo que me ha pasado ha sido por una razón, me ha dejado aprendizaje y herramientas para lo que viene. Por cada momento duro creo que hay 10 muy positivos.
Entendiendo de dónde vienes. Me considero una persona muy normal que gusta de pasar el tiempo con los amigos, mi familia. Al final del día esto es un trabajo. Lo hago lo mejor que puedo, pero lo más importante es la gente que está en casa esperando. Ser agradecido y sencillo es lo que quiero inculcarle a mis hijos y espero poder hacerlo bien.
Mi sueño sigue intacto. Quiero ser campeón del mundo y es para lo que estoy trabajando.
Dentro de la Formula Uno es ser campeón del mundo.
Desde luego soy un piloto y una persona más madura. Hoy todo viaja a una velocidad muy distinta. Tu vida va cambiando a cada instante y tus prioridades van modificándose. Es una evolución constante, pero siempre para bien. Cuando empecé era muy joven, hoy soy padre de familia, así que las responsabilidades también van cambiando. Disfruto cada vez más cuando estoy en la pista y cada vez estoy más motivado.
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