El cuadro “Busto de mujer”, del artista español Pablo Picasso, robado hace 20 años en el yate de un jeque árabe, fue hallado en Ámsterdam.
La pintura cambió al menos 20 veces de manos y fue localizado en los bajos fondos de la citada ciudad por el investigador de arte holandés Arthur Brand.
“Yo estoy muy emocionado. Hablamos del artista más grande del siglo XX y esta era una de sus obras más importantes y su favorita, porque ni la firmó ni la quiso vender. La tenía guardada en su casa hasta que se murió”, dijo Arthur a la agencia de noticias EFE.
En busca del Picasso
De acuerdo a Brand, quien llevaba tras la pista del cuadro desde 2015 y su experiencia como detective de arte lo avala, ya daba por perdido el lienzo.
“Cuando un cuadro desaparece totalmente durante tantos años es porque sus ladrones no han podido venderlo y apuestan por destruirlo para quitarse de problemas”, comentó.
El cuadro
Pablo Picasso pintó “Busto de mujer” en 1938. El lienzo es el retrato de la pintora Dora Maar, pareja del pintor español durante los años treinta y cuarenta.
El cuadro pertenecía al jeque saudí Abdul Mohsen Abdulmalik, quien hace 20 años denunció el robo del lienzo, mismo que tenía guardado en uno de sus yates en Francia.
Para el jeque era muy importante este lienzo a tal grado que no solo se quedó en la denuncia, sino que además ofreció 400.000 euros de recompensa a quien lo encontrase.
Con el paso del tiempo, y al no encontrar pistas del cuadro, la policía francesa optó por archivar el caso. El jeque, por su parte, no tuvo más remedio que aceptar los 4 millones de euros de la compañía de seguros que tenía contratada.
La investigación
Aunque en casos como éste solo un 10% hay esperanza de recuperarlos, el investigador no se dio por vencido. De acuerdo a Brand, por lo general los ladrones se lo entregan a alguna mafia para saldar deudas y de ahí comienza a pasar de mano en mano.
En 2002 el Picasso fue entregado como garantía a una mafia que trafica con drogas y armas, según pudo investigar Brand en 2015. Y aunque contactó con la policía francesa y holandesa, no hubo reacción ya que el caso había sido cerrado.
“Como hay tantos Picassos robados, no sabía bien de cuál se estaba hablando al principio. Además, fue en una época anterior al ‘boom’ de internet y era difícil seguir los detalles”, explicó el detective.
“Después me informé y ya supe qué cuadro era y lo importante que fue para el propio pintor. Cuando murió, su familia se lo vendió a un marchante y él a un jeque árabe que lo guardó en su barco”, compartió.
Tan solo unas semanas atrás, el investigador se enteró que un comerciante lo había comprado sin tener idea de que se trataba de un cuadro robado, así que cuando se dio cuenta de ésto decidió buscar consejo y llegó a oídos de Brand.
En un principio el marchante tampoco lo quiso entregar por miedo a cargar con los problemas legales de tener un cuadro que había sido sustraído.
“Sabíamos que él no tenía nada que ver con el robo. Investigar tampoco tenía mucho sentido, jamás llegaríamos a los ladrones porque el lienzo ha cambiado de manos muchas manos en este tiempo. Así que hemos llegado a un trato: él me entrega el cuadro y no habrá investigación”, compartió el holandés a EFE.
“Busto de mujer” nunca ha estado en alguna exposición y tan solo algunos privilegiados han podido disfrutar de su belleza.
Por lo pronto, un experto estadounidense ya analizó el cuadro y ha establecido su autenticidad. Lo que sigue es, por compromiso, ofrecerle el cuadro a su propietario original, Abdulmalik, quien tendrá que devolver los 4 millones de euros que recibió del seguro, y podrá recuperar un cuadro valorado a día de hoy en 25 millones.