Foto: IG Claudio Limón
Nació en Arandas, Jalisco, en 1979 y desde los 10 años, Claudio Limón comenzó a pintar y expresarse a través del arte.
Su pasión lo llevó a estudiar diseño gráfico en la Universidad de Guadalajara y pronto comenzó a plasmar su talento en emblemáticos lugares como el Times Square, donde participó con una intervención en la que se reprodujo su rostro, y el Hotel Matilda, en San Miguel de Allende, donde realizó un mural en el prestigiado hotel.
Empecé pintando a los 10 años; soy de un pueblo cerca de Guadalajara, y estuve ahí pintando desde desde que era chico. Mi papá es rotulista y mi mamá es modista, entonces siempre había un ambiente creativo en la casa.
Gané de niño el premio de “El Niño y la Mar”, luego mi mamá me metió a clases de pintura con una maestra con la que había estado estudiando en Guadalajara, entonces tuve esta formación como de Bellas Artes gracias a ello.
No, al principio empecé a pintar con óleo; hacía vírgenes y retratos, super diferente a lo que hago ahora y fui poco a poco evolucionando.
Bueno, no fue pintura fue una obra dónde se tomaron las pantallas del Time Square y proyectaban las obras de diferentes artistas es un colectivo. En Times Square me invitaron a participar para exponer algunas de mis ilustraciones; yo hice un autorretrato y la cara tenía bordados mexicanos con la finalidad de llevar el mensaje de la cultura mexicana, que los mexicanos llevamos en la sangre y en la piel.
Sí, fue un reto el cambiar la Matilda porque se había vuelto algo icónico y también era muy colorido y hacer una nueva versión de Matilda que superara a la anterior, a mí en lo personal me gustó bastante. Jugué con colores diferentes, me inspiré un poco en los colores de tonos verdes, morados y rosas de las flores. Esta Matilda está inspirada en las pinturas de Frida Kahlo, por eso es que está entre la naturaleza y por eso está el perico.
Si, siempre a la antigüita. Todos los proyectos los boceto a mano, con pluma o con lápiz, siempre cargo mi libreta de bocetos pero después ya lo digitalizo, y para pintar no uso proyector ni nada.
Sí, es un artista que admiro mucho. Me gusta bastante porque lo que hizo en su tiempo no es nada fácil; alejarte de todo lo que has aprendido en cuanto a técnicas, en cuanto escuela, y alejarte de eso y pintar como niño –como algunas personas dicen– es súper difícil.
Decirle a tu cerebro ‘no pintes de esta manera’, o por ejemplo cuando haces realismo o los rostros el no hacer la cara como tú la estás viendo, no es nada fácil. Eso es lo interesante de sus obras y de su estilo.