Foto: Israel Hernández
Talina Fernández: Cuando María me avisó que íbamos a tener un podcast, lo primero que hice fue buscar en el diccionario qué significa esa palabra porque en mi época no existía. María fue la que consiguió todo.
María Levy: A principios del año pasado, surgió en mí la gran necesidad de encontrar un lugar donde pudiera tener una voz y me pareció que un podcast era el mejor formato para lograrlo. Luego, pensando en qué temática le podía dar, me di cuenta que la fuente más grande de sabiduría que tengo es mi abuela. A partir de eso, la idea fue creciendo y desarrollándose hasta lograrlo.
T.F: Nos desnudamos ante la cámara, hablamos sobre todo tipo de temas, de sexualidad, de la vida, de todo, pero sin vergüenza.
M.L: Hubo un día que regresé a mi casa y pensé “No manches, nos pasamos, fue mucho” (risas). También hablamos sobre influencers, redes sociales, salud mental, relaciones, matrimonio; de muchos temas en los que puede haber un contraste generacional muy profundo, pero que al final, por lo mismo, el diálogo se vuelve muy enriquecedor.
M.L: Fue súper importante para las dos, separarnos de nuestros papeles de abuela y nieta, y simplemente tener apertura para aportar nuestros puntos de vista y transmitir desde la experiencia nuestra percepción de la vida. Un reto para mí fue aprender a cuestionarla y decirle cuando no estaba de acuerdo con lo que estaba diciendo. Aprender a alzar la voz, no solamente con un público en general, sino entre nosotras también.
T.F: A mí me encanta escuchar el punto de vista de María, es una luchadora y guerrera; como he sido yo, como fue mi madre y como fue mi hija Mariana; cada quien a su modo.
T.F: Ojalá todas las mamás y abuelas se atrevan a hablar de esto y de todo con sus hijas. Lamentablemente, los jóvenes ahora no hablan con nadie, no saben conversar. Ojalá logren comunicarse porque estamos viviendo en un mundo lleno de gente solitaria y eso se tiene que resolver.
M.L: Fue increíble llevar a un espacio público algo que en nuestra intimidad ya habíamos vivido. Tal vez no tan profundas y estructuradas, pero estas conversaciones ya las habíamos tenido. A veces mi abuela es mucho más liberal que yo (risas) . Hace unos años, lo que descubrimos es que, antes de ser abuela y nieta, somos dos individuos que podemos compartir un espacio de diálogo, de intercambio de ideas, de amor, de respeto y eso permitió que pudiéramos abrirnos y preguntarnos absolutamente todo.
T.F: He aprendido que mi nieta es una mujer con una inteligencia enorme, que es segura de lo que hace, pero es capaz de recibir consejos y de aceptar cuando se equivoca. Es una mujer que va a llegar a donde quiera.
M.L: Aprendí que mucho de lo que soy, de mis formas de ser y características son gracias a ella. Creo que a nosotros, los nietos, vemos a nuestros abuelos tal como son en este momento y no visualizamos todos los antecedentes de lo que fueron, lo que lograron y lo que hicieron. Tener este espacio con mi abuela me ayudó a conocerla desde sus inicios hasta la mujer que es hoy. Gracias al podcast, pude entender el porqué es tan sabia, generosa, empática y brillante. Pude conocerla a profundidad.
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M.L: Mi abuela siempre, a pesar de que estemos teniendo un diálogo súper íntimo, está pensando en las personas que nos están escuchando, en el público. Nuestra intención, desde el fondo de nuestros corazones, fue crear un espacio seguro en donde la gente se pueda sentir identificada, que tuvieran la posibilidad de cuestionar, de compartir, de sanar, de obtener herramientas para estar mejor y empezar a crecer. Mi abuela, antes de ser una figura pública fue enfermera, entonces comparte la misma misión que yo, que es ayudar a los demás a sanar.
T.F: Así es. Yo los ayudaba a sanar el cuerpo y María está ayudando a sanar su mente.
M.L: En esta primera temporada vamos a estar ella y yo platicando de temas que ya tenemos planeados. En la segunda temporada, queremos tener invitados y hacer todo tipo de actividades.
T.F: Me encantaría tener invitados especiales, está en nuestros planes tenerlos más adelante.
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