Vicente Fernández, quien con su traje de charro y siempre orgulloso del regional mexicano, supo llevar su música y el nombre de su país en alto, fue conocido como el hijo del pueblo, el Charro de Huentitán, el ídolo de México y una leyenda sin igual.
Por Jorge Alférez
Vicente Fernández
Fue a principios de la década de los 80, cuando la industria musical nombró a Vicente Fernández como “el ídolo de México”. Una década más tarde, en octubre de 1991, la publicación norteamericana, The Houston Cronicle, lo nombraría “El Sinatra de las Rancheras”. Lo antes mencionado, luego de ser comparado con Frank Sinatra, tras interpretar la versión en español de “My way”, canción de quien, en aquel entonces, era el mayor exponente de la música pop en Estados Unidos, mientras que “el hijo del pueblo”, hacía lo suyo en el regional mexicano.
Sin duda alguna, hablar de Vicente Fernández es hacer referencia a un ícono de talla internacional que enalteció a México a través de su arte en todas las formas que esta ha podido expresarse, pues no solo cuenta con un sinfín de canciones, sino que el Charro de Huentitán, como también se le conocía, fue un referente del cine nacional y más.
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De Jalisco para el mundo
Originario de Huentitán El Alto, en el estado de Jalisco, con tan solo 14 años, Vicente Fernández comenzó a cantar en restaurantes y eventos sociales de la región, luego de probar suerte en un concurso de talentos, del cual resultó ganador. Para la década de 1960, ya se había mudado a la Ciudad de México, con la única intención de probar suerte en la industria musical. Y aunque su llegada a la capital no resultó del todo de acuerdo a su plan, pues por un tiempo, siguió probando suerte en bares y restaurantes, más tarde se uniría a agrupaciones de mariachis con quienes se presentaría en más lugares y ganaría popularidad entre los locales. Lugares como El amanecer tapatío y el cabaret El Sarape, fueron testigos de aquella etapa en la vida de Chente.
Para mediados de la década, en 1965, Vicente ya probaba su suerte en las radios locales, en donde comenzaba a sonar y a llegar a más personas. De esta manera logró presentarse en el Teatro Blanquita de la Ciudad de México y un año más tarde, en 1966 ya había firmado contrato con CBS México, una reconocida disquera de aquella época y que, años más tarde, sería conocida como Sony Music. Con ellos grabó sus primeros éxitos como Cantina de barrio y Tú camino y el mío.
Una estrella digna de Hollywood
Más de 30 películas consolidaron su carrera como actor del cine mexicano, filmes en los que compartió créditos con grandes estrellas de la pantalla, tales como Sara García, Angélica María, Lucía Méndez, Ana Martin, y la India María, entre otras.
Entre sus películas, destacan, “Tacos al carbón” la cual fue su debut en el cine en 1972, más tarde, en 1976 protagonizó el filme “La ley del monte”. Proyectos como “El albañil” de 1975, “Sinvergüenza pero honrado” de 1985, y “El diablo, el santo y el tonto” de 1987, consolidaron su carrera como actor. Años más tarde, en 1991 filmó “Mi querido viejo”, película en la que participó junto a su hijo, Alejandro Fernández. Para 1996, luego de varios filmes, Vicente Fernández obtuvo su propia estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood, la cual reafirmó su éxito en la pantalla grande.
Nace una leyenda
Para la década de 1970 y luego de haber incursionado en la pantalla grande y contar ya, con un par de álbumes de estudio como La voz que usted esperaba, de 1967, Palabra de Rey del 68 y ¡Arriba Huentitán! de 1972, el originario de Jalisco, México, ya estaba bajo el reflector y frente a los ojos del mundo entero. Éxitos musicales como Volver, volver, del 72, también resultaron un claro ejemplo de su éxito.
Con el tiempo, su trayectoria fue galardonada con reconocimientos como dos premios Grammys, ocho Grammys Latinos y muchos más.
Hoy, más de 80 discos y 300 canciones son parte del legado que el Ídolo de México, le ha dejado al pueblo, sin contar las muchas giras y conciertos con los que recorrió el mundo entero, hasta su despedida de los escenarios en 2016, cuando se presentó por última vez con el concierto, “Un azteca en el Azteca”, aunque esto no representara el término de su carrera pues fue apenas, en diciembre del 2020, cuando lanzó el álbum “A mis 80’s”, un claro homenaje a su vida y carrera. Por ello y más es que Don Vicente Fernández es un ícono, leyenda y sin duda alguna, el rey de las rancheras.
