Ahora que Billy Rovzar y Claudia Alvarez anunciaron la noticia de que están “embarazados”, te platicamos su historia de amor que nos contaron para nuestra edición de febrero de 2015.
Ambos se consideran almas gemelas. Una noche inesperada se conocieron y desde entonces no se han separado. Así comenzó su romántico destino juntos.
¿CÓMO SE CONOCIERON?
BILLY (B) Nos conocimos en una comida, nos presentó Danna Vázquez (manager de ambos), yo iba solo y Clau estaba ahí con ella. No hubo nada en ese momento, comimos y ya. Pasó el tiempo y de repente nos veíamos en eventos, pero nos veíamos como amigos cien por ciento. Nunca hubo ni una tirada de onda, ni nada…
CLAU (C) ¡Di la verdad! Sí me tirabas la onda, ¡querías mis huesitos!
B Sí quería sus huesitos (risas). Pero yo le escribía, le preguntaba qué iba a hacer y eso porque me caía bien, me hacía reír. Dos o tres veces nos encontramos en antros y “hangeábamos”. Pero Clau tenía la idea de que yo no era una persona estable en cuanto a pareja.
¿QUÉ PENSABAS DE ÉL, CLAU?
C: Yo tenía un concepto de él muy diferente a lo que es. Creí que como ya estaba soltero sólo quería cotorrear, y yo nunca he estado para cotorrear con nadie. Yo, cuando salgo con alguien lo tomo en serio, si no se da pues bye, pero para mí era raro porque como es amigo de Danna prefería no salir con él. Siempre le aclaraba “Tú y yo como amigos. Sí vamos a salir pero en bola y como amigos”.
B: Yo le decía “Acompáñame a la barra”. Y ella: “Sí, pero como amigos”. “Vamos por unos tacos”, y me contestaba: “Sí, pero en bola, no solos”. Le daba miedo estar conmigo, yo creo que era un rollo porque ella sabía que algo había ahí. Porque cuando de verdad no hay nada no le aclaras tanto a la persona que son amigos. Fue muy chistoso, un día era cumpleaños de una amiga de Clau, quien me pidió que le organizara su fiesta, pero era un poco plan con maña.
C: Sí, yo me sorprendí de ver a Billy en el cumpleaños, pero me caía muy bien y dije “qué buena onda” y empezamos a platicar y platicar.
¿AHÍ COMENZÓ SU HISTORIA DE AMOR?
B: Sí. La verdad es que Clau no había tenido suerte en el amor…
C: ¡Nooo! Habían sido malos.
B: Y el último novio que había tenido le hizo pasar una experiencia mala y Clau traía el corazón roto. Curiosamente mi cuñada Sylvia (esposa de Fernando, su hermano) estaba ese día en el antro y le presenté a Clau.
Ella me preguntó: “¿Estás saliendo con ella?”, y le dije: “N’hombre, es mi amiga, cero saliendo”. Y contestó: “No te creo”. Entonces regresé y me puse a platicar con Clau y de repente… se descose. Empezamos a hablar sobre el amor, pero ella un poco con el tono de pedirle al Universo algo, y al mismo tiempo enojada con el amor, como diciendo “¿por qué me ha pasado esto?”.
C: Sí, decía: “¿Por qué me han pasado estas cosas si yo tengo mucho amor que dar?”. Yo siento que nací para amar, mi mejor estado es estar en pareja y vivir sin miedos. No sé por qué en ese momento salió el tema de que yo quería una relación.
¿CÓMO SUPIERON QUE ERAN EL UNO PARA EL OTRO?
B: Imagínate, está la música, enfrente de mí tengo a esta amiga que me ha declarado mil veces que no quiere nada conmigo más que como amigos, estamos teniendo esta plática tan intensa y te juro que fue como que se bajó el volúmen de la música, de repente como que estábamos solos, nos enfocan… te lo juro por Dios que fue así. Y en lo que ella le pedía al Universo todas estas cosas, todo el amor que ella quería darle a un hombre, hubo un momento en que me cayó un cubetazo de agua y pensé: “¿Por qué no puedo ser yo ese hombre, esa persona que Claudia está pidiéndole al Universo?”. Fue un momento muy poderoso, sin titubeo, un momento de claridad absoluta. Y seguí platicando con ella hasta las siete de la mañana.
C: En el lugar ya no había nadie, ya habían cerrado el antro, pero él y yo nos quedamos bailando en medio de la pista, solos. Sí había meseros y todo, pero sentíamos que en ese momento éramos sólo nosotros.
B: Fue muy padre porque el dueño del antro –que es muy amigo mío– vio lo que estaba pasando y nos dejó vivir ese instante. Todos se dieron cuenta del momento y nadie quiso interferir, ni interrumpirlo. Fue un momento de slow dancing, el DJ sin cara de “ya me quiero ir a dormir”, dos, tres horas después de que ya se tenía que haber ido, seguía tocando para nosotros, para dos chamacos en la pista bailando solos, con luces entre prendidas y apagadas, meseros haciendo sus cortes… Era un momento que no podíamos aceptar que se acabara. Nadie, ni el DJ. Fue increíble…
¿QUÉ PASÓ DESPUÉS? ¿EN QUÉ QUEDARON?
C: Pues desde ahí no nos hemos separado. Ahí nació todo. Lo padre fue que me dijo “yo no quiero dejar de verte, vámonos a hacer algo, vámonos a Six Flags”. Y yo así de “¿cómo?, son las siete de la mañana, todavía no abren y no nos podemos ir así vestidos”. Él propuso que fuéramos a comprar unos pants o algo, porque no quería que nos separáramos. Pero quedamos que mejor me dejaba en mi casa, así me podía bañar, descansar un rato y que nos veíamos a las 11. Entonces pasó por mí y nos fuimos a Six Flags, estuvimos todo el tiempo de la mano. No nos dimos ni un beso ni nada… yo decía: “Qué loco que estoy con Billy, desveladísima, y no nos podemos soltar de la mano”. Nos dábamos besitos en la frente… como amigos (risas).
B: Es de esas cosas que si hubiera sido un beso en el antro, sólo hubiera sido un beso más… qué chafa. Los besos en la frente son símbolo de respeto en muchas culturas, y las emociones que sentíamos en la montaña rusa eran increíbles, Clau estaba nerviosísima… (risas).
¿QUÉ SENTÍAN EN ESE MOMENTO EN QUE ESTABAN NACIENDO LAS COSAS PERO AÚN NO HABÍA NADA OFICIAL?
C: Yo como que no lo creía, fue algo que se dio de la noche a la mañana. Estaba muy nerviosa porque teníamos una relación superlight de que me lo encontraba en la fiesta, pero jamás de platicar más profundo y descubrir quién era él. Obviamente al principio vas con tus reservas, con algunos miedos.
Muchísima gente se sacó de onda. Danna estaba traumada porque había trabajado con los dos y no quería que si nos separábamos ella quedara en un conflicto. Y más porque ya traía muchos conflictos existenciales de ese tipo. Porque pasa, es normal, pero yo creo que cuando en un círculo hay este tipo de situaciones puede ser maravilloso o puede ser el infierno para los que los rodean. Pero la vida nos ha sorprendido y hemos sacado lo mejor el uno del otro.
Eso es lo más bonito; hay relaciones que pueden sacar lo peor de ti, pero Billy y yo nos encontramos en su mejor momento y mi mejor mejor momento para dar lo mejor de nosotros. B Y en el momento en que se empezaron a dar las cosas con Clau yo metí toda la carne al asador. Yo dije: “No se me va y no se me va…” porque yo ya me vi, yo me vi siendo amado por Claudia.
No te puedo decir que fue sin querer o que las cosas se acomodaron. Yo iba con todo porque nunca en mi vida entera había sentido lo que sentí con Clau. Y fue tal el querer hacer bien las cosas, el que todo se diera a su tiempo y bien… ¿Cuánto tiempo tardamos en darnos un beso?…
C: Nos tardamos como un mes en darnos el primer beso.
B: Le dimos importancia, le dimos el valor que tenía y el beso fue… ¡qué te puedo yo decir!