Foto: Pepe Escarpita
Chabelo en exclusiva para CARAS México
El no era la excepción. Apenas amanecía y no veía el momento de correr a la recámara de sus padres para abrir la puerta y dar un salto a la cama y meterse con ellos. Entonces prendía el televisor para mirar sus programas favoritos. Ahí se podía quedar por horas.
Como cualquier niño de aquella época, Xavier López “Chabelo” cuenta que el domingo era el día en el cual tenía la oportunidad de ver y disfrutar a su papá, José Luis López Barba, quien trabajaba a sol y a sombra toda la semana como doctor.
Xavier López nació el 17 de febrero de 1935 en Chicago, Illinois, Estados Unidos, aunque sus papás eran originarios de León, Guanajuato, por lo que el ex conductor tiene la doble nacionalidad.
Sus progenitores se mudaron al país vecino para trabajar y cuando Xavier cumplió su primer año de vida regresaron a México para ya establecerse definitivamente en Guanajuato.
Años después, el joven Chabelo retornó cuando tenía la mayoría de edad para cumplir con su servicio militar y estuvo a punto de que lo enviaran a la guerra de Corea, pero gracias a que esta finalizó antes, es que pudo salvarse de los horrores de un conflicto de esa naturaleza.
Su padre, el señor López era un médico con una personalidad muy autoritaria, quien incluso influyó o más bien presionó para que su hijo también iniciara sus estudios en Medicina en la Ciudad de México, por lo que la familia López Rodríguez se tuvo que mudar a la capital del país. Así, mientras Xavier estudiaba consiguió un trabajo en Televicentro, hoy Televisa. Aquella empresa de medios le resultaba un lugar muy divertido donde podía ganar algo de dinero y de paso ayudar a su padre con los gastos.
Como en ocasiones él lo recuerda con un poco de humor, Luis de Llano Palmer le dio su primera oportunidad para empezar a trabajar como asistente de producción o más bien como un “ejecutivo V”. “Ve y trae los refrescos” o “ve y carga los cables”.
No pasó mucho tiempo para que Xavier se enamorara de la magia de la televisión y lo divertida que era.
Cuando inició el segundo año de estudios se dio cuenta de que no podía seguir engañándose a sí mismo ni a sus padres, lo suyo, lo suyo era la TV y tenía que afrontar esa realidad con sus progenitores que no entendieron cómo su hijo podía dejar a un lado una carrera tan prometedora por un set de televisión. Pasó mucho tiempo para que ellos entendieran que la actuación también era una profesión.
De “mandadero” y “carga cables” el carisma de Xavier pronto lo empujó al frente de la cámara, entonces inició su preparación en arte dramático por cuatro años. La verdad es que el personaje de Chabelo surgió en los foros de manera espontánea. Una de sus primeras colaboraciones fue en 1950 en el programa Carrusel musical junto a Ramiro Gamboa mejor conocido como el “ Tío Gamboín” quien interpretaba a su papá. Fue ahí donde se topó por primera ocasión con el personaje de Chabelo mientras leía un libro.
Tiempo después reconoció que el papel de Chabelo le dio la oportunidad de deshacerse de todos los deseos reprimidos que tuvo cuando era pequeño como, por ejemplo, el hecho de poder hacer un gran berrinche sin miedo a ser reprendido por su padre. De este modo liberó al niño que tenía adentro.
Fue tal la aceptación y la química de esa mancuerna junto al Tío Gamboín que le dio la visibilidad suficiente para trabajar en otros proyectos en Televicentro como Chistelandia, o películas como El extra junto a Mario Moreno “Cantinflas”.
Su primer programa fue La media hora con Chabelo en radio, pero en 1967 es que inició el programa de televisión En familia con Chabelo, el cual permaneció al aire 48 años transmitiéndose todos los domingos a las siete de la mañana. Solía bromear diciendo que su querido amigo Emilio Azcárraga Milmo le dio ese horario para cansarlo.
Solo unas cuantas ocasiones no se transmitió y fue por causas de fuerza mayor, como en 2008 por los Juegos Olímpicos, en 2009 debido a la pandemia provocada por la Influenza AH1N, puesto que no podía haber público presente, la visita del papa Benedicto XVI o las elecciones presidenciales, esto último en el año 2012.
De ahí en adelante, cada domingo podíamos prender el televisor a las siete de la mañana y pasar un rato de calidad con la familia. Millones de niños en México se divirtieron con Chabelo y sus concursos patrocinados por anunciantes, como “Las llamadas a los cuates de provincia”, “Las radionovelas”, “La escalera loca”, “Concurso de actuación”, con gente del público, y por supuesto, la inolvidable Catafixia.
Como persona creyente dijo en una ocasión que siempre le pidió a Dios le indicara el momento idóneo para retirarse. Ese día llegó, el 20 de diciembre de 2015, 48 años después de su primera transmisión.
Muy bien gracias a Dios.
Me encuentro en el mejor momento, disfrutando lo mejor de la vida.
Me hace sentir muy afortunado.
Claro que veo televisión, me gusta mucho el futbol, las películas y el box. Lo que extraño de la televisión de antes es que existían más programas familiares.
Gracias a Chabelo me encuentro en el recuerdo de las familias mexicanas.
Me encuentro muy bien de salud, y con un excelente ánimo en estos momentos.
Se los agradezco, aunque no creo que sea posible.
Lo disfruto mucho y aplaudo el ingenio de quienes los hacen.
Sí, es algo que extraño mucho.
Pienso que los niños de antes disfrutaban más del entorno y convivencia familiar. Lamentablemente con los niños de hoy día se crea un distanciamiento debido al uso excesivo de la tecnología.
El descubrimiento de todas las cosas.
Jugar golf, futbol y mi pasión siempre han sido las motocicletas.
Como alguien que amó mucho a su personaje.
Sin duda alguna el amor del público.
La verdad, una motocicleta.
¡No catafixiaría nada de mi vida!
Su forma de ser, tan auténtica y honesta.
Agradecido con la vida.
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