Foto: IG Silvia Navarro
Además de talentosa y carismática, Silvia Navarro se caracteriza por tener un gran corazón pero pocos saben cosas personales de su vida, aquí te revelamos algunos de sus secretos mejor guardados:
Pipina, Sil o Chivis.
Voy a ver a mi hijo León.
Con chocolates.
Los chocolates, también (risas)
Seguramente una bicicleta de León, mi maleta de ejercicio y agua.
Frijoles puercos y los dumplings me fascinan.
Me encantaría tener buena voz para cantar.
Que todo el mundo comió tres veces hoy.
Veterinaria.
Contar nuevas historias aprender y conocer.
¿Con quién no? (risas).
Tendría una casa en la playa.
Me gusta con leche de soya.
Me acuerdo mucho de unos stickers que eran rasca-huele.
Creo que los defectos son del mismo nivel que las virtudes, nada más que depende el momento. Soy muy perfeccionista y eso va para los dos lados.
Leer, el pole dance y pasar tiempo con León.
El Conde Pátula.
Cuando supe que estaba embarazada me emocioné mucho, ya después fue rarísimo… pero en ese momento pensé “¡wow, qué locura!
Enamorarme (risas).
Soy muy chillona, siempre que veo Posdata, te amo, lloro sin parar.
A los 13.
Me arrepiento por momentos, pero luego le veo el lado positivo.
León, mi hijo.
Siempre se puede un poquito más.
Me arrepiento por momentos, pero luego le veo el lado positivo y sé que pasó por algo.