Desde temprana edad y bajo una fuerte influencia familiar que le inculcó el amor y la pasión por el deporte, Donovan Carrillo comenzó su preparación en diversas disciplinas como la gimnasia y los clavados, sin embargo, fue a la edad de nueve años, cuando el originario de Zapopan, Jalisco, apostó todo por el patinaje artístico, disciplina en la que hoy destaca a nivel internacional.
Mis papás son maestros de educación física, y desde siempre, a mis hermanas y a mí nos inculcaron el llevar un deporte de la mano de los estudios. En mi caso, quise probar de todo: futbol, karate, gimnasia, clavados… incluso, fueron con los dos últimos, que llegué a competencias nacionales, pero cuando tuve la oportunidad de conocer el patinaje, todo quedó a un lado, porque descubrí que era lo mío y que realmente disfrutaba.
Las emociones y sensaciones que el patinaje me ha permitido descubrir y sentir a través del movimiento, de la coreografía y los saltos, es algo único, algo muy difícil de explicar, pero que disfruto con el corazón.
Definitivamente, el aprender a levantarte y saber que las cosas no siempre salen a la primera. Para realizar cualquier salto que hoy hago, tuve que haberme caído al menos unas mil veces, así que es importante tener en mente que no todo se da a la primera. Creo que el patinaje es el mensajero perfecto para saber caer y aprender a levantarte.
Creo que somos muy duros con nosotros mismos y pocas veces nos sentimos realmente satisfechos con lo que hacemos, porque sabemos que siempre podemos hacer más. Por ello, trato de no ser tan duro conmigo mismo y, en cambio, aprender de los errores y de las caídas. Me gusta pensar que cuando las cosas salen bien, no nos analizamos tanto, pues simplemente nos celebramos y disfrutamos, pero cuando algo sale mal, sí tendemos a juzgarnos un poco más. Debemos permitimos esa autocrítica y reflexión que nos ayudan a crecer.
Yo creo que cuando algo no te causa este nervio o inseguridad de saber si vas por buen camino, no estás saliendo de tu zona de confort y difícilmente va a venir el crecimiento. Como deportista, constantemente nos enfrentamos a esos miedos e inseguridades, sin embargo, es parte de nuestro aprendizaje y desarrollo, y con el tiempo aprendemos a manejar la emoción.
Al dejar a mi familia para enfocarme en el deporte, aprendí a tomar mis propias decisiones y a madurar de una forma diferente. Como deportista creo que también maduras mucho antes de tiempo. Digo que es importante resaltarlo, ya que gracias a estas experiencias y madurez es como he logrado conseguir cada una de las metas que me he propuesto en mi disciplina.
Trato de disfrutar lo que hago, claro que tengo metas y objetivos concretos que me ayudan a ser mejor y a alcanzar nuevos horizontes, aunque trato de enfocarme en lo que sí depende de mí.
Crecí admirando a atletas que han logrado cosas inimaginables para nuestro país, como Checo Pérez o Canelo Álvarez. Y en el terreno de los deportes olímpicos puedo mencionar a Daniel Corral, Rommel Pacheco, Germán Sánchez, Iván García y a muchos más. Sin duda, hay una infinidad de deportistas que me inspiran y que al mismo tiempo hoy veo como modelos a seguir.
Terminando mi participación en Beijing, recibí un mensaje del boxeador e ídolo nacional, Julio César Chávez. Fue algo que me animó mucho y hoy me impulsa a seguir creciendo.
Yo espero que mi historia, lo que he vivido y lo que he logrado como deportista, inspire y motive a más generaciones, a que practiquen deporte, a que patinen sobre hielo o simplemente a que luchen por sus sueños.
Descubre la entrevista completa con Donovan Carrillo en la edición impresa CARAS ABRIL
Te puede interesar: Sueños con sabor tapatío: Donovan Carrillo hace historia en Beijing 2022