Por Mari Tere Lelo de Larrea, Diana Laura Sánchez y Cecilia Morales Andere
Ante la reciente reapertura de reconocidos museos de la Ciudad de México y en el marco del Día Internacional del museo, reunimos los testimonios de sus directores quienes han estado al frente de estos espacios culturales desde que inició la pandemia y nos platican cómo se han adaptado a la nueva normalidad.
MAGALÍ ARRIOLA – DIRECTORA DEL MUSEO TAMAYO
El talento y la pasión de Magalí Arriola por el arte la han llevado a desempeñarse como curadora de importantes sedes, como Museo Jumex y Museo de Arte Carrillo Gil, por mencionar algunos.
Hoy, se enfrenta a uno de los retos más grandes y desafiantes al estar bajo la dirección del Tamayo. “Creo que se ha mantenido al frente de todo lo que es la escena del arte contemporáneo a nivel nacional. Es uno de los pocos museos en los que hay una colección realmente de peso que nos dejó el maestro Rufino Tamayo y que sí está muy a la vanguardia. Es muy impresionante ver la cantidad de muestras que ha habido de artistas relevantes, sobre todo porque es un museo público”, nos platica la curadora de arte.
Desde que empezó la pandemia, de alguna manera u otra nos hemos tenido que reinventar, los museos no son la excepción. Magalí Arriola nos habla de la manera en la que idearon para mantenerse activos. “Debido a que estuvimos cerrados una temporada, tuvimos que crear actividades con formatos a los que no estábamos acostumbrados, como trabajar en línea. Creo que una de las cosas que he aprendido ahora con la cuarentena ha sido a tener que improvisar muchísimo y a reaccionar sobre lo que sucede día a día”.
ANTONIO SABORIT- DIRECTOR DEL MUSEO DE ANTROPOLOGÍA
En el Museo Nacional de Antropología se albergan las colecciones arqueológicas y etnográficas más importantes de México. Su diseño y planeación son únicos en la historia de la arquitectura mexicana. Al interior se aprecian 22 salas de exhibición permanentes y dos temporales. Estas abordan temáticas de arte prehispánico y pasado etnográfico de las distintas regiones de nuestro país.
En 2019, antes de que el museo tuviera que cerrar sus puertas, recibieron a más de 900 mil visitantes, lo cual representa un cambio drástico en la actualidad.
Ante la pandemia, han implementado todas las medidas sanitarias posibles, lo que ha convertido al recinto en un lugar seguro.
Su director, Antonio Saborit es quien está al frente de esta gran responsabilidad. “Creo que cerrar el museo fue lo mejor que pudimos aportar en ese momento a la sociedad e impedir que se convirtiera en una zona de contagio”, comenta.
Durante el aislamiento aprovecharon para terminar dos proyectos importantes, la instalación del nuevo equipo de detección de humo y prevención de incendios, y la rehabilitación del estanque.
WALTER BOELSTERLY URRUTIA – DIRECTOR DEL MUSEO DE ARTE POPULAR
El Museo de Arte Popular es un referente de la artesanía mexicana, promueve y preserva el arte popular mexicano. Al hacer un recorrido por sus cuatro salas temáticas permanentes y dos dedicadas a grandes maestros se aprecian diferentes tipos de artesanías para conocer las principales expresiones creativas provenientes de las 32 entidades del país.
El museo está ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Su director Walter Boelsterly Urrutia es quien está al frente del MAP en medio de la pandemia.
“La pandemia no solo trajo problemas en términos de salud, sino también en temas económicos, laborales, sociales, personales, emocionales que repercuten negativamente al público de los museos que empieza a resentir las consecuencias de estos problemas”, expresa Boelsterly.
El cierre obligatorio de los museos afectó en todos los proyectos que tenían planeados, el Museo de Arte Popular se ha adaptado poco a poco al uso de las nuevas herramientas digitales, mediante las exposiciones virtuales, aunque el director afirma que estas “jamás van a poder suplir una visión real a través de una imagen”.
CARMEN BEATRIZ LÓPEZ-PORTILLO – DIRECTORA DEL MUSEO CLAUSTRO DE SOR JUANA
Desde hace 30 años (1991), Carmen Beatriz dirige el Museo Claustro de Sor Juana. “En este espacio aprendí a oír con los ojos, como dijera Sor Juana, a ir más allá de la sensibilidad y captar los ecos y las reverberaciones del pensamiento, de la memoria y del sentido. He aprendido a unir en una sola experiencia lo sensible y lo no sensible, lo físico y lo no físico, las tonalidades de luz y las tinieblas, el sonido y los silencios en una metáfora que me ha acercado a la riqueza de la vida”, nos comparte.
Para Carmen Beatriz, los museos son espacios de la memoria en los que el ser humano expresa su ser de múltiples formas. En todas estas manifestaciones devela lo que es, relacionarse consigo mismo, con los otros, con el mundo y con lo que trasciende. “A las comunidades se les conoce por la forma como permanecen en el tiempo, por cómo se expresan, por cómo se recuerdan e interiorizan su pasado. Es verdad que el pasado es irrevocable pero no es unívoco, pues se puede interpretar desde diversos ángulos”, añade la cabeza del museo.
Han transcurrido 436 años desde que se colocó la primera piedra en el Convento de Nuestra Señora de la Expectación de la Orden de Nuestro Padre San Jerónimo; la iglesia se terminó en 1623, una de las más antiguas de la Nueva España, en la que hace 351 años Juana Ramírez hizo profesión de fe.
Sor Juana Inés de la Cruz vivió 27 años en este espacio, desde ahí escribió la mayor parte de su obra, ahí murió y desde entonces reposan sus restos.
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