Un amigo del príncipe Felipe reveló que la reina Isabel II padeció cáncer en sus últimos años de vida.
Gyles Brandreth, confidente del fallecido príncipe Felipe confesó en su nuevo libro cómo fue la vida de la monarca Isabel II en los últimos meses y aseguró que la reina lucho contra un “doloroso” cáncer de médula ósea en el último año de su vida, a pesar de que la versión oficial del Palacio de Buckingham fue que había muerto por “vejez”.
“Había escuchado que la reina tenía una forma de mieloma, cáncer de médula ósea, lo que explicaría su cansancio y pérdida de pesos y esos problemas de movilidad de los que con frecuencia nos hablaron durante el último año de su vida”, escribió el hombre sobre Isabel II, quien falleció en su adorable castillo de Balmoral a los 96 años.
En su libro titulado, “Elizabeth: An Intimate Portrait”, el autor explicó, “el síntoma más común del mieloma es el dolor óseo, especialmente en la pelvis y la parte baja de la espalda, y el mieloma múltiple es una enfermedad que suele afectar a los ancianos”, esto explicaría el por qué la soberana se vio obligada a cancelar sus compromisos en los últimos meses, aunque habría decidido no alarmar a los británicos.
“Actualmente no existe cura conocida, pero el tratamiento, que incluye medicamentos para ayudar a regular el sistema inmunitario y medicamentos que ayudan a prevenir el debilitamiento de los huesos, puede reducir la gravedad de los síntomas y prolongar la supervivencia del paciente en meses o dos o tres años”, puntualizó.
Asimismo, destacó que la monarca, “siempre supo que el tiempo que le quedaba era limitado. Ella aceptó con todo con la gracia que era de esperarse”.
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