Dicen que el mal de amores compartido duele menos. Las hermanas Hanna y Ahsley, mejor conocidas como Ha*Ash, se caracterizan por crear música que les da un respiro a los corazones rotos.
Por Samia Becil Canavati
Fotos Cortesía Sony Music
A 20 años de haber empezado su carrera en el mundo de la música, las hermanas Ha*Ash nos comparten cómo esta ha sido la constante que las ha acompañado toda su vida y lo agradecidas que están con quienes les siguen regalando un espacio en sus vidas y su corazón para compartirlo con ellas.
“Nuestra música es lo que nos acerca a las personas, es nuestro puente al mundo”.
¿Qué ha cambiado en estos 20 años de carrera?
Nos tocó crecer frente a las cámaras, pues empezamos nuestra carrera a los 14 y 15 años. En esa época lo más importante era vender discos y nos ha tocado vivir toda la transición a las plataformas digitales. El mundo se mueve mucho más rápido y la vida de un disco que antes era de dos años, ahora es de seis meses. Lo que nos encanta es que, a pesar de todos los cambios, la música en vivo se sigue valorando como ese momento mágico entre el artista y el público, en el que pueden compartir la misma energía y conectar de una manera más profunda.
¿Cuál creen que sea la clave para seguir en lo mismo después de tantos años?
Podríamos decir que nuestra clave ha sido mantenernos reales y congruentes con quienes somos. Tenemos la fortuna de que nuestra pasión es nuestro trabajo, la pasamos muy bien y, como consecuencia, quien nos ve y escucha, la pasa bien. Somos reales y hablamos de temas reales. Cuando teníamos 14 y 15 años escribíamos sobre el primer amor y ya con el paso del tiempo los temas han ido cambiando, mas nuestra clave siempre ha sido la misma: escribir desde el corazón.
¿Cuál ha sido la mayor satisfacción que les ha dado su profesión?
Lo más bonito es cuando se nos acercan personas a contarnos que bailaron alguna de nuestras canciones en su boda o que uno de nuestras temas los acompañó en un momento difícil de su vida. Este tipo de comentarios nos demuestra que nuestro trabajo tiene un impacto y un valor. Eso nos llena como artistas y como personas.
Son hermanas y trabajan juntas ¿cómo separan los momentos familiares de los profesionales?
Realmente, no lo hacemos (risas). En nuestro caso, desde muy pequeñas, siempre hemos hecho todo juntas. No conocemos la vida sin la otra. Más allá de tener una línea de respeto, creemos que cuando hay amor y una meta en común, todo lo demás es fácil. Nos encanta saber que nos tenemos una a la otra para los momentos difíciles, para festejar los tiempos buenos, para aterrizarnos y para acompañarnos. Parte del porqué seguimos en esto después de tanto tiempo es porque nos tenemos una a la otra.
Las historias que cuentan en sus canciones han sido terapéuticas para muchos ¿qué sienten al saber que sus letras y su música tienen un impacto en la vida de tantas personas?
El impacto es mutuo porque a nosotras nos hace sentir acompañadas cuando la gente se identifica con ellas. Si escribimos una canción de desamor y vemos una respuesta positiva del público, nos recuerda que no somos las únicas. Nuestra música es lo que nos acerca a las personas, ella ha sido nuestro puente al mundo.
¿Qué les dirían a las Hanna y Ashley de hace 20 años?
Que no es una carrera, es un maratón y es necesario descansar. Nuestro nuevo álbum Mi salida contigo lo hicimos en la pandemia, durante una pausa obligada. Encontramos que desde ese lugar, pudimos escribir con mayor libertad, desde un sitio más genuino y real.
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