Las CARAS del emprendimiento: Vania Galindo

Desde siempre, Vania ha tenido un amor muy grande por las joyas, hoy día logró cumplir uno de sus sueños abriendo su propio emprendimiento Certé. “Detrás de una joya hay mucho esfuerzo”, es lo que dice nuestra emprendedora de la semana.

Por Karen Huerta

Fotos Einar González

¿Cómo nació tu emprendimiento?

Las CARAS del emprendimiento: Vania Galindo

V.G: Desde chiquita amaba ver a mi abuela con joyas, en algún momento me conseguí un anillo que me costó mucho trabajo comprar, tiempo después por temas económicos lo quise vender y resultó ser lo que no esperaba, era una piedra que no era. Yo no puedo con las injusticias, me dio muchísimo coraje pero tristemente así pasa seguido con la joyería, venden piedras que no son. Ese coraje de que me costó mucho trabajo comprarlo y fuera algo que no era, me dio animo de emprender en esto.

¿Qué ha sido lo más difícil de emprender?

V.G: Definitivamente el hacerlo, todo lo hago yo desde cero, el diseño, imprimir la cera, encontrar piedras de calidad, los colores, etc. Todo lo que hago es personalizado, no hay un joyero detrás que no pueda hacer algo, todo lo hago yo desde el principio, busco brindar servicio personalizado siempre. Muchas veces me toca hacer y rehacer los anillos.

¿Cuál ha sido tu parte favorita de emprender?

V.G: Ver que la gente usa mi joyería, ver que Certé esta detrás de una alianza como lo es un anillo de compromiso o una churumbela, me llena de satisfacción.

¿Tu negocio lleva tu esencia?

V.G: Cien por ciento, me da felicidad elegir y traer las joyas, en la vida me ha costado mucho salir adelante en algunas cosas, una frase que me decía mi papá “cree en ti y no necesitas nada más”, y yo creo en Certé y Certé ha creído en mi, por eso hoy es lo que es, nunca pensé que fuera a caminar tan rápido pero estoy muy orgullosa. Yo sí creo que como en la cocina, la joyería tiene un ingrediente secreto, amor. Todas las piezas de Certé llevan algo de mi.

¿Cómo te sientes por ser emprendedora?

V.G: Al principio me dio muchísimo miedo el invertir dinero, esfuerzo y tiempo teniendo en cuenta que chance no salía bien. Hoy día ver como ha crecido es algo que no me creo. Fue enfrentar el miedo de no animarme a hacerlo, mi esposo me motivó muchísimo.