La exprincesa Mako de Japón se enfrenta a una nueva vida en Estados Unidos junto a su esposo por el que decidió renunciar a todos los privilegios de la realeza y vivir su historia de amor.
Por Diana Laura Sánchez
Después de una semana de la boda, la pareja enfrenta un nuevo obstáculo, Kei Komuro, el esposo de Mako, quien trabaja como asistente en un despacho de abogados, desaprobó el examen de abogacía de Nueva York.
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El joven terminó la carrera de derecho hace pocos meses en la Universidad de Fordham de Nueva York, y semanas después, presentó un examen estatal en el que participaron miles de personas para buscar aprobar la evaluación que le permitiría empezar a trabajar en un bufete de abogados pero desafortunadamente no lo aprobó.
Será hasta el próximo año que podrá presentar nuevamente esta prueba, Kei no pierde la esperanza y está dispuesto a volverlo a intentar. De esta manera, el esposo de Mako seguirá siendo asistente legal en Nueva York.
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Además, Mako está tratando de conseguir la visa de trabajo para poder trabajar, la joven estudió Arte y Patrimonio Cultural en la Universidad Cristiana Internacional de Tokio y se especializó en museología en la Universidad de Leicester.
Ahora que decidieron iniciar una vida juntos, son notables los obstáculos económicos que enfrentan, sin embargo, esto no es impedimento para que los recién casados sean felices después de haber enfrentado la crisis del coronavirus, la distancia y las fuertes críticas sobre su matrimonio.
“Habrá diferentes tipos de dificultades al comenzar nuestra vida, pero caminaremos juntos como lo hemos hecho en el pasado”, dijo la sobrina del emperador Naruhito.
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