Reina Isabel y Felipe de Edimburgo: Conoce las crisis y las infidelidades que pusieron en peligro su matrimonio, tras su hermosa boda.
La Reina Isabel y Felipe de Edimburgo celebran su aniversario número 72. Un matrimonio de otra época, de los que ya quedan muy pocos, y en el que el “prometo amarte y respetarte todos los días de mi vida”, iba en serio.
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Noviazgo y boda de la Reina Isabel y Felipe de Edimburgo
Cuando Felipe tenía 19 años era un cadete de la Real Academia Naval de Dartmouth.
Ambos tuvieron comunicación por medio de cartas durante toda la Segunda Guerra Mundial, mientras el príncipe Felipe servía en la marina británica, Isabel II lo esperó hasta su regreso en 1946.
La boda de la Reina Isabel y Felipe de Edimburgo
Frente a dos mil invitados, la princesa desfiló hacia el altar con un vestido de novia del diseñador británico Norman Hartnell, elaborado en satín de color marfil, decorado con 10 mil perlas blancas, hilo de plata y bordados de tul.
El 20 de noviembre de 1947, hace exactamente 72 años, se celebró la boda de la entonces princesa heredera Isabel y Felipe Mountbatten en la abadía de Westminster.
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Matrimonio de la pareja real
Los primeros cinco años de matrimonio de la pareja transcurrieron de manera relativamente normal. Todo cambió a raíz de la muerte prematura del rey Jorge VI, padre de la entonces princesa heredera.
A sus 25 años, dejó de lado su faceta como esposa y madre de familia para convertirse de la noche a la mañana en la soberana del pueblo británico.
Por su parte, Felipe, a sus 31 años, tuvo que asumirse como rey consorte, renunciar a su carrera militar y vivir literalmente a la sombra de su mujer. Este cambio de esquema trajo consigo la primera gran crisis de la pareja.
Las crisis del matrimonio de la Reina Isabel y Felipe de Edimburgo
Pese a que el duque sabía bien que se había casado con la princesa heredera tuvo problemas para aceptar que, a partir de la coronación, no sería tomado en cuenta, sino sólo para encargarse de la educación de sus hijos.
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Fue a partir de entonces que comenzaron los pleitos y las infidelidades.
Las infidelidades de Felipe de Edimburgo a Isabel II
Tras la coronación, la reina Isabel, obligada por las circunstancias, se vio forzada a hacerse de la vista gorda frente a ciertas acciones de su marido y a concederle mayor libertad.
Al respecto, Michael Parker, colaborador de la familia real, dijo:
“El duque se aburría terriblemente con todas las obligaciones de la realeza, todos esos compromisos formales y apretones de manos… en definitiva no era lo suyo”.
Fue entonces que surgieron los rumores sobre un supuesto romance con Pat Kirkwood, una bailarina de cabaret famosa por sus piernas, consideradas por muchos como “la octava maravilla del mundo”, la cual se presentaba todas las noches en el London Hippodrome.
Los rumores señalan que una noche el duque se presentó en el camerino de la vedette, y no salió de ahí hasta la mañana siguiente.
Por años Kirkwood negó que tuviera algo que ver con el duque, aunque en algún momento reconoció haber recibido cartas firmadas por él, las cuales entregó al escritor Michael Thornton para que las hiciera públicas una vez muerto.
Por esas fechas también se le relacionó con dos actrices, la húngara Zsa Zsa Gabor y la inglesa Patricia Hodge.
Fue entonces que frente a la conducta poco apropiada del duque en bares y centros nocturnos, se le recomendó a la reina enviarlo de gira al extranjero para mantenerlo lejos del escrutinio público.
Y aunque ninguna de estas aventuras las aceptó, lo cierto es que con el tiempo el duque de Edimburgo se convirtió en el gran aliado de la reina y comenzó a ejercer su cargo con orgullo, dedicación y profesionalismo. Se sabe que en privado siempre ha fungido como su consejero personal.
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Las crisis extramaritales que enfrentaron juntos
En pareja, como equipo, la reina Isabel II y el príncipe tuvieron que sortear otras dificultades. Especialmente en 1992.
Divorcios en la familia real
Ese año sus hijos Carlos y Andrés se separaron de sus esposas, su hija Ana se divorció y un incendio destruyó parte del Castillo de Windsor.
Más tarde tuvieron que lidiar con el escándalo sobre las declaraciones de Lady Diana en las que exponía que su esposo, el príncipe Carlos, le era infiel con Camilla Bowles.
Muerte de la Princesa Diana
Al año siguiente, la princesa Diana murió en un trágico accidente al lado de Dodi Al-Fayed. Semanas después, Mohamed Al-Fayed, padre de Dodi, afirmó que el duque de Edimburgo había ordenado la muerte de la princesa y que el accidente había sido un montaje.
En 2008 la investigación sobre el fallecimiento de la princesa concluyó que no existían pruebas sobre semejante conspiración.
El Prícipe Andrés y Jeffrey Epstein
A sus 93 y 98 años, respectivamente, los reyes enfrentan otra crisis, la cual tiene que ver con el escándalo que involucra al príncipe Andrés con el fallecido empresario Jeffrey Epstein y su red de prostitución de adolescentes.
Al respecto la reina ha manifestado con determinación que “condena la explotación de cualquier ser humano y la sugerencia de que el príncipe pudiera haber participado le parece abominable”.
La pareja real se ha hecho experta en el manejo de control de daños, ya que a lo largo de los años ha aprendido que ante todo se encuentra la investidura de la familia real.
El secreto para ser el matrimonio más longevo de la realeza
Aunque el duque de Edimburgo aparezca siempre dos pasos atrás de su esposa, en privado siempre ha estado a su lado, en un mismo nivel.
Juntos han compartido tristezas y alegrías, así como librado todo tipo de crisis: la llegada de sus otros dos hijos (Andrés y Eduardo), los escandalosos divorcios al interior de la familia real, la muerte de su nuera, la llegada de sus nietos y el nacimiento de sus bisnietos.
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También juntos han asistido a un incalculable número de eventos oficiales y giras de Estado.
En 2017, el duque anunció su retiro de la vida pública, después de estar con su esposa en un total de 22,219 actos.
Hay quien dice que la clave del éxito de sus 72 años de matrimonio ha sido el sentido del humor. El duque de Edimburgo siempre supo cómo, por medio de una ocurrencia o una anécdota, arrancarle una sonrisa a su esposa, que aparentemente en privado no es tan seria como parece.
Y mientras que Isabel II ha referido en público que el duque de Edimburgo: “Ha sido mi constante fuerza y guía en el reinado”.
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Felipe, por su parte, ha expresado: “Creo que la principal lección que hemos aprendido es que la tolerancia es el ingrediente esencial de cualquier matrimonio feliz”.
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Hasta que la muerte los separe.