Las ‘Adelitas’ son un símbolo de la Revolución Mexicana pero, ¿quién fue la primera y cuál fue su papel en la lucha revolucionaria?
Con tan solo 15 años de edad, Adela Velarde Pérez se incorporó a las filas de la Revolución Mexicana, apoyando a la Asociación Mexicana de la Cruz Blanca en labores de enfermería y creando el grupo revolucionario “Las Adelitas”.
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Proveniente de una familia acomodada, Adela nació en Ciudad Juárez, Chihuahua, en el año de 1900; nieta de Rafael Velarde, destacado general juarista que luchó en contra del imperio francés, y fue Adela quien dio nombre a las denominadas adelitas, mujeres soldaderas que durante la Revolución, atendían a heridos, cargaban armas, se encargaban de los alimentos e incluso, luchaban cuando el momento lo requería.
Mujeres valientes
Las ‘Adelitas’ simbolizan a las mujeres que enfrentan la adversidad con valentía. En la etapa de 1914 a 1917, se hizo explícita la filiación revolucionaria de las enfermeras y ésta se correspondió con los cuerpos de Ejército en los que prestaron sus servicios.
Adela Velarde Pérez tuvo diversas participaciones en las batallas que existieronen México, la del 7 de febrero de 1913 al 15 de agosto de 1914, donde atendió a heridos del Ejército Constitucionalista.
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Durante la Revolución Mexicana, Adela destacó en contra de la Usurpación Huertista, motivo por el que fue considerada oficialmente veterana de la Revolución el 22 de febrero de 1941.
Murió en 1971 en los Estados Unidos. Sus restos yacen en el cementerio de San Felipe en Del Río, Texas, donde cada año personas se reúnen en torno a la tumba de la mujer que inspiró una de las canciones revolucionarias más conocidas.
El nacimiento de la canción
Adela tuvo un tórrido romance con el sargento Antonio Gil del Río Armenta, quien perteneció a las fuerzas de combate del General Francisco Villa. Este amor fue quien inspiró la popular canción.
Según la historia que se encuentra en el Museo de la Revolución en la Frontera, ubicado en el Centro Histórico de Ciudad Juárez, Antonio le regaló el corrido a Adela antes de morir tras combatir en la batalla de Gómez Palacio, Durango, la más sangrienta de la Revolución Mexicana.
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Del Río Armenta salió herido y fue atendido por Adela, quien era enfermera. El sargento le dijo a Adela que en su mochila le había dejado un regalo, se trataba del famoso corrido que hoy suena cada 20 de noviembre.
Adela Velarde Pérez murió en 1971 en los Estados Unidos. Sus restos descansan en el cementerio de San Felipe en Del Río Texas. Según el Gobierno de México, el 4 de septiembre de cada año decenas de personas se reúnen en la tumba de la mujer que inspiró el conocido corrido revolucionario “La Adelita”, el cual inició como una canción de amor y se transformó en un himno de combate.