El líder religioso llegó a México en 1966 tras ser ordenado arzobispo de la Iglesia Católica, Apostólica Ortodoxa de Antioquía en México, Venezuela, Centroamérica y el Caribe.
Antonio Chedraoui Tannous murió poco después de las 4 de la mañana de este miércoles, tras una difícil lucha contra un cáncer de pulmón.
Nació el 17 de enero de 1932 en la ciudad de Trípoli, en Líbano, en el seno de una familia humilde.
En su juventud viajó a Grecia, donde estudió Teología y Filosofía en la Universidad de Atenas, y finalmente se ordenó sacerdote en 1958.
Su carrera eclesiástica inició desde 1957, pues desde ese año y hasta 1959 trabajó como secretario particular del Arzobispo de Trípoli y secretario particular del Patriarca hasta 1962, asimmismo se desempeñó como superior de un monasterio y de 1962 a 1966 fue Vicario General del Arzobispado de Monte Líbano y presidente del Juzgado Espiritual.
Fue justamente en 1966 que Chedraoui Tannous llegó a México, tras ser ordenado como arzobispo al frente de la Iglesia Católica, Apostólica Ortodoxa de Antioquía en México, Venezuela, Centroamérica y el Caribe.
El líder religioso manifestaba cada vez su aprecio como por México, y aseguraba que era "más mexicano que el pulque, (…) porque el pulque no ama a México, pero yo sí".
Finalmente, en 1994 Chedraoui obtuvo la nacionalidad mexicana.
En 1996 se elevó a la categoría de arzobispado a la arquidiócesis presidida Chedraoui, por lo que fue nombrado Arzobispo Metropolitano.
En 2010 ingresó como Académico de Número en la Academia Nacional de Historia y Geografía, institución auspiciada por la Universidad Nacional Autónoma de México.
Fue creador del Monasterio Ortodoxo de San Antonio El Grande, en Jilotepec, Estado de México, además había llevado a cabo la construcción de la catedral de San Pedro y San Pablo ubicada en Huixquilucan.
A penas en septiembre del año pasado, se reunió con diversas personalidades de la política y la sociedad para celebrar los 50 años de su ordenación como Arzobispo para México.