El líder de la Revolución cubana visitó México mucho antes de ser Presidente de la isla, y de hecho fue aquí donde conoció al ‘Che’ Guevara.
Fidel Castro, quien nació el 13 de agosto de 1926 en Birán, Cuba, y falleció el viernes 25 de noviembre de 2016 a los 90 años, visitó México mucho antes de ser Presidente de Cuba, y de hecho fue en territorio nacional donde conoció al famoso Ernesto ‘Che’ Guevara.
En sus memorias “Fidel Castro Ruz, Guerrillero del tiempo”, el líder cubano contó que llegó a México en julio de 1955, un par de meses después de que fuera liberado, tras un encarcelamiento de casi dos años por su intento fallido de tomar los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
“Desde la prisión sabía que trabajar dentro de Cuba sería muy difícil (…) Nuestra idea era salir del país, viajar a México, porque en Cuba era una tradición desde las guerras de independencia. México era el país donde siempre se habían refugiado los revolucionarios cubanos”.
Según relató, salió de La Habana en un avión pequeño y la primera tierra mexicana que pisó fue Mérida, en Yucatán, de ahí viajó a Campeche y luego a Veracruz, ciudad que aseguró, le recordaba a La Habana por su arquitectura española.
“Era la primera vez que visitaba México, lo conocía por los libros, por la historia, por la revolución y sentía simpatía. Claro, no conocía a nadie allí, de modo que me encaminé a un mundo nuevo desde el punto de vista humano”.
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Fidel estaba impaciente por llegar a la Ciudad de México, donde su hermano Raúl y otros compañeros ya lo esperaban en la casa de María Antonia González.
Y son poco dinero en la bolsa. Castro llegó a la capital del país donde se reunió con conocidos, eran unas 20 personas a las que les mandaban algunos dólares desde Cuba, los cuales con el tiempo se volvieron insuficientes ara cubrir los gastos del creciente grupo, ya que además de su sus gastos personales, había que adquirir algunas armas y costear las prácticas de tiro, todo ello para su expedición de regreso s Cuba.
Puesto que el alquiler de casa resultaba caro, tuvieron que dividirse en grupos y vivir por separado.
En sus propias palabras
Fue en la casa de María Antonia, en Emparan 49 de la colonia Tabacalera, donde conoció a Ernesto Guevara de la Serna, El Che. En esa casa muchos cubanos solían reunirse para comer.
“Lo recuerdo vestido muy humildemente. Padecía asma y era, en realidad, muy pobre (…) Tenía un carácter afable y era muy progresista, realmente marxista, aunque no se encontraba afiliado a ningún partido.
Desde que escuché hablar del Che me percaté de la simpatía que despertaba en la gente. Con estos antecedentes lo conocí y lo conquisté para que se uniera a la expedición del Granma”.
Esto lo contó Castro en sus memorias sobre el ‘Che‘ Guevara fue reclutado como médico de la expedición, sin saber que “iba a convertirse en lo que es hoy: un símbolo universal”.
Meses después, Castro viajó a Estados Unidos para buscar apoyo, reunir fondos y dar a conocer su campaña revolucionaria con relación a Cuba, pero no logró llamar la atención como lo esperaba y tuvo que volver a México.
“Nunca pensé quedarme en Estados Unidos, bajo ningún concepto, porque me sentía mucho más seguro en México”.
Fidel sabía que en Estados Unidos difícilmente podría organizar una excursión hacia Cuba.
En junio de 1956 varios diarios mexicanos informaban en sus titulares sobre desmantelamiento de una revuelta contra Cuba, así como de la detención de varios de sus jefes, ello luego de que la policía les encontrara armas.
Sin embargo, según aseguró castro en su libro, fueron liberados un mes después con ayuda del general Lázaro Cárdenas.
Finalmente, el 25 de noviembre de 1956, el yate Granma, el cual se adquirió con apoyo de Antonio del Conde, “El Cuate”, 82 hombres iniciaron su regreso a Cuba navegando por las aguas del río Tuxpan.
El 2 de diciembre la embarcación llegó al manglar de Los Cayuelos, en Niquero.
Y pasaron dos años de lucha antes de que el 1 de enero de 1959 entraron las primeras tropas revolucionarias a La Habana.