Trent no pudo estar mucho tiempo sin su amada Dolores, con quien permaneció tomado de la mano en sus últimos momentos.
Tras 63 años de vida juntos, Dolores y Trent Winstead no pudieron permanecer mucho lejos entre sí, por eso cuando uno murió, a penas pasaron unas horas para que el otro facelleciera.
Esta historia de amor eterno ocurrió en Nashville, Tennessee, en un hospital donde Dolores, de 83 años, y Trent de 88, permanecieron varios días, tan sólo cinco semanas antes de su aniversario de bodas número 64.
Inicialmente quien fue hospitalizado fue Trent, debido a problemas con sus riñones, y su fiel esposa permanecía a su lado.
Sin embargo, la condición de este hombre empeoró, pues su corazón se debilitó, y Dolores, quien hasta entonces estaba saludable, empezó a sentirse mal: le dolía la cabeza y comenzó a vomitar.
Al parecer había sufrido un grave aneurisma cerebral mientras permanecía al lado de su esposo, por lo cual los médicos procedieron a internarla también.
Ante la situación de la pareja, el personal del hospital no tuvo inconveniente en que los esposos permanecieran en la misma habitación. Ahí se les veía en camas juntas, tomados de la mano.
Dolores dejó de respirar la noche del el pasado 9 de diciembre.
Eddie, uno de los hijos de la pareja, se inclinó sobre su padre y le dijo que su madre acababa de morir, entonces Trent le dio un beso a su esposa y falleció horas después, al parecer no pudo soportar estar sin ella.