La demócrata y el republicano chocaron durante todo el encuentro, en temas desde el terrorismo hasta el pago de impuestos.
En un áspero primer debate previo a las elecciones presidenciales, Hillary Clinton atacó con dureza a Donald Trump por no divulgar su información fiscal ni sus tratos de negocios y por promover una "mentira racista" sobre el presidente Barack Obama, mientras que el magnate se refirió a la demócrata como un "político típico" en un intento de aprovechar la frustración de los estadounidenses con Washington.
En un encuentro muy reñido, los candidatos chocaron durante 90 minutos en torno a sus puntos de vista abismalmente distintos sobre el futuro de la nación. Clinton exhortó a disminuir los impuestos a la clase media, mientras que Trump se enfocó más en renegociar acuerdos comerciales que dijo han provocado que las compañías saquen empleos de Estados Unidos.
El magnate republicano respaldó la controvertida táctica policial de "detener y registrar" como una forma para disminuir la delincuencia, mientras que la demócrata dijo que dicha estrategia es inconstitucional e ineficaz.
Desde el principio Trump intentó en repetidas ocasiones interrumpir a Clinton y hablaba cuando ella respondía, mientras que la ex secretaria de Estado se mostró algo más moderada, pero también atacó al magnate sobre sus antecedentes empresariales y su riqueza.
"Hay algo que él está ocultando", declaró, burlándose de su reiterado argumento de que no divulgará sus declaraciones fiscales porque está bajo auditoría.
Al respecto Trump declaró que él publicará información sobre sus impuestos si la demócrata divulga los correos electrónicos de sus servidores privados.